domingo, 5 de diciembre de 2010

a ti: página en blanco

Tantos autores hablan de ti.
Donde cabe lo que no se ha dicho.
Donde no existe nada,
Sólo la posibilidad de todo.
El espacio vacío,
Lleno de espacio.
Frente a ti,
El silencio es la primera voz.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Nunca podré ser el reloj guindado en la pared.
Quietud de espera,
Seguridad de cambio,
Certeza en el siguiente acto.

Respiraciones lentas, profundas entre cada paso.
Búsqueda en el centro,
En el centro de sí mismo.
El centro de los días que se mueven por sus horas,
Acarician los segundos,
Bailan los minutos,
Se adormecen.

Cuando todos duermen,
El reloj sigue allí conversando,
Contando lo que vio durante el día,
Y la noche.

La noche, su compañera.
Están juntos sin contrato, ni condición.
Les tocó acompañarse y eso aprendieron a hacer.
Hoy nada los separa, solamente el día.
Cuando todos duermen, escucho sus susurros
¿Contará las horas? ¿Los minutos? ¿Los segundos?
En el día, por más silente que sea una mañana,
Por más pausada que sea una tarde,
No te escucho reloj.
Esperaré a la noche, solo te atreves a salir
cuando está ella cerca.

jueves, 15 de abril de 2010

A la luna...


Luna negra,
luna azul,
son las lunas las silentes,
las que callan los secretos,
los de unos, los de otros,
los de estos, los de aquellos.

Luna de plata,
luna de plata,
que nos cubres con tu velo,
siempre tersa, siempre quieta,
entre la tierra y el cielo.

Encuentro de distantes miradas,
en un punto yo te veo.
¿Me ves tú tras la luna,
que es espejo y es reflejo?

Es la luna compañera,
fiel amante de los sueños.
La que aguarda quieta y silente
a que llegue el día siguiente.

Sin pensar, sin esperar,
sólo viendo, sólo siendo.
Y siguiendo con sus ojos los caminos,
los desiertos.
Las ventanas son sus cómplices,
y los techos parpadeos.

Oye luna, no te olvides,
que se me ha quitado el sueño.
Que sin ti le tengo susto al oscuro
azul del cielo.
A sus sombras,
a sus ecos,
y sus rincones de negro.

Oye luna, compañera,
¿dónde estás que no te veo?
Veo que no aguantas el amarillo,
ni el brillante azul del cielo.

La "ñ"

La "ñ" es una letra que no aprecian los teclados,
Es pequeña, de sombrero y es un puente reposado.
Es testigo de mi lengua castellana y su pasado.
No matemos a la "ñ" que es mi letra sin pecado.
Hace posible el día siguiente y el amor que uno siente.
Sin mañana, sin cariño; no te quiero, no te quieren.

lunes, 22 de marzo de 2010

silencios


Son los espacios entre las palabras,
los silencios del silencio,
los vacíos tallados en cada letra,
los que le dan forma,
las contienen.

Es lo que dice la distancia necesaria,
cercana,
entre letra y letra,
y forma una palabra.
Es la distancia, más distante, entre palabra y palabra
lo que silencia las palabras.

Si en vez de las palabras hablaran los espacios en blanco.
Si en vez de verte,
viese el espacio vacío que te hace posible.

Si los edificios fuesen las líneas desiertas
que entre uno y otro se crean,
sin planos, sin bloques, sin intención.

Cómo suena el tiempo, en el compás,
que no suena.
Cómo sonaría la melodía sin ese vacío.

Es en la memoria silente y olvidada de cuando nacimos,
en la que comenzamos,
nos hicimos.
Es en la memoria del viejo
que ya no recuerda,
donde existe ese algo
que hoy es silencio.
Y que lo hace amar sin condición,
aunque su vieja ya no pronuncie su nombre.

Son los puentes que tuvimos que construir
para poder cruzar entre islas.
Es la carta que no escribo,
la llamada que dejo de hacer,
tu recuerdo en secreto.

Si las palabras callaran,
qué no dirían los silencios.

viernes, 9 de octubre de 2009

Muñecas rusas



Una, tras otra.

Aparentemente,  la misma.

Distintas, pero igual.

De lejos, tan repetidas;

de cerca, cada una diferente para cada cual.

Corpulentas,

de curvas,

suenan al cerrar sus almas reservadas para algún curioso

que no tema en seguir encontrando

una, tras otra.

Huecas pero tan llenas,

como el vacío que se siente a la espera.

Deseo tras deseo,

guardado, destapado, cumplido,

olvidado

y vuelto a tapar. 

domingo, 13 de septiembre de 2009



Árboles que rompen aceras,
dueños de la ciudad.
Se detuvieron alguna vez,
se detuvieron y allí están.
Permanecen inertes,
curiosos,
silentes,
cautelosos.
Cómplices de los años,
poetas sin pluma, 
con papel en versión original.