viernes, 9 de octubre de 2009

Muñecas rusas



Una, tras otra.

Aparentemente,  la misma.

Distintas, pero igual.

De lejos, tan repetidas;

de cerca, cada una diferente para cada cual.

Corpulentas,

de curvas,

suenan al cerrar sus almas reservadas para algún curioso

que no tema en seguir encontrando

una, tras otra.

Huecas pero tan llenas,

como el vacío que se siente a la espera.

Deseo tras deseo,

guardado, destapado, cumplido,

olvidado

y vuelto a tapar. 

domingo, 13 de septiembre de 2009



Árboles que rompen aceras,
dueños de la ciudad.
Se detuvieron alguna vez,
se detuvieron y allí están.
Permanecen inertes,
curiosos,
silentes,
cautelosos.
Cómplices de los años,
poetas sin pluma, 
con papel en versión original.

lunes, 31 de agosto de 2009




I

Hay momentos que no tienen respuestas,

instantes  en el que a tientas te acuestas,

y piensas ¿por qué no me rendí?

 II

Entre sombras,

tras el portal,

bajo la nieve,

sobre la arena,

frente al mar,

allí estás tú.

 

Alcanzo una estrella

que se esconde tras la noche,

entre palmas escondida

muy de noche, muy de noche.

Me confiesa los destellos

y la luz que nunca esconde.

Es pasado, es presente

y es futuro,

aunque no importe.

 

Llega lento, pero llega,

tras mil lunas y mil soles.

Y dejando allí su estela,

nos recuerda que se ha ido,

a otra órbita partido,

a alumbrar otros caminos,

a brillar,

a su destino.

 

Esa luz que nunca esconde,

será luz para la noche,

entre luces y tinieblas,

aunque sea muy de noche,

muy de noche.

 

jueves, 27 de agosto de 2009




















No te esperaba,

Y no se si esperarte o simplemente encontrarte.

No te pensaba,

y ahora no se si olvidarte o en recuerdos acompañarte.

No lo sabía,

tu tristeza, tu silencio,

tus ganas de vida llenas de lugares perdidos,

bocas prohibidas,

espacios a la deriva.

No te creía,

ni en pasado ni en presente,

simplemente, lejanía.

No, no te esperaba.

Y no sabré si olvidarte cuando te apartes,

esperarte en la partida,

si pensarte

O soñarte.

Indecible: palabra que existe,

curiosamente pronunciable.

Indecibles...

Compañía inesperada,

Que no espera,

aguarda.

Impronunciables silencios.

lunes, 24 de agosto de 2009
















I

Suenan campanas,

hilos y seda.

Suenan las ruedas

de viejas carretas.

El paso,

el camino,

que surca la ciudad,

atraviesa las calles,

rompe las barreras,

cruza las fronteras,

de la capital.

 

Suenan campanas,

vuelven a sonar,

son eco ancestral,

son danzas del aire,

son círculos flotantes,

son torre, campana, campanario,

y sonar.

sábado, 22 de agosto de 2009

Pueden pasar ocho días,

pueden cantar melodías,

susurrarme promesas,

esperarme en la puerta,

llamar a mi ventana,

despertarme en la mañana,

pero más que con todos los versos

y melodías,

contigo me quedaría,

una semana y un día.



















París,

tan inmediata y tan distante.

Río imaginario en el que flota mi paraguas,

sillas delgadas que sostienen los romances,

farolas cómplices,

luces que bañan.

 

Velas que duran la noche entera.

Ciudad de encuentro,

de olvido,

de panes y penas,

de vino, café y prensa.

De poesía y pintura,

de mano sobre mano,

de rostro frente rostro,

de labios que se rozan,

de cuerpos que se atrapan,

de calles donde  no hay espacio

para dos corazones distantes.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Tengo un punto

Punto número uno:
El punto no es esperar,
Es estar, punto
El punto no es sólo estar,
Sino saberse, punto
El punto es tener un punto en el que te detengas y respires, 
Y el punto de tus pupilas que miran sin punto fijo,
Y el punto de encontrar un punto en el camino de encuentro,
Y sin punto, y sin fin,
Sin punto y final,
Con muchos puntos y apartes que al final sean un punto y seguido, punto
El punto no es el punto,
Son los puntos sin punto alguno, punto
¿Pero cuál es el punto de todo esto?
No hay ningún punto, ese es el punto,
Que ya es un punto, y punto.

Con océanos de por medio...









       






Mar que sueña con otros mares,

Con océanos de por medio.

¿Soñará el mar con ser océano?

¿O le bastará con ser oceáno para otro mar?

lunes, 17 de agosto de 2009

Micomicona, no...la casa de al lado

Instrumentos que suenan.

Jardín que intenta luchar contra el tiempo y el olvido,

olvida que se marchita.

Paredes desconchadas, roídas, 

de concreto intraspasable,

sostienen una sociedad.

Salones amplios,

luz que se cuela por  la ventana,

que descubre.

Cocina,

olor a criollo,

a desayuno, 

a maíz, mazorca, harina, arepa,

dulce y ácido;

papelón con limón.


Cocina de sombras,

se asoma la voz de una anciana,

cubierta de arrugas y experiencia

que te ofrece un poco de café caliente al caer la tarde.

 

Peldaños que llevan a algún lugar,

donde se encuentra el recuerdo de alguien.

Habitación en la que los sueños de otros se gestaron,

donde cobijaron sus temores.

Puertas que son ventanas,

para salir con sólo mirar.


Sillas con formas de cuerpos.

Mesa larga y pesada,

sola y con temple,

siempre lista para ser servida.


Lámpara que cuelgas de un techo que cubre y protege.

Aquí, en la casa de al lado...


Domingo,

Huele a pimentón, cebolla, ajo, tomate, pescado,

Caldo, aceite de oliva.

En la cocina se calientan los corazones cansados,

Sed y Hambre vienen de visita y son bienvenidas.

La mesa hay que ponerla,

Siempre me toca a mi.

Dibujo en la mesa, círculos rotos con líneas,

El cuchillo y el tenedor se extrañan mientras la comida no está.

Navegando sobre el mar

encontré un destino callar,

una barca flotar,

una flota estar.

Entre el cielo y la arena surco la plataforma que traga,

en la que fundo mis pies

y busco tus manos.

 

 

Calles llenas de miedo,

con personas que tiemblan,

con corazones que ya no laten,

respiran y se detienen.

Calles llenas de miedo,

Y el miedo sin temer cruzarlas,

atravesar el semafóro en rojo,

pasar sin saludar,

sin mirar a los ojos.

Tiemblo de pensar en la calle,

porque es calle sin hogar,

es calle que se pierde,

Calle ciega,

Calle mía,

Calle.

sábado, 15 de agosto de 2009

Una huella no puede partir, sólo quebrar

Quítate los zapatos,

Déjalos descansar.

Quítate los zapatos,

Que se queden con tus pasos,

Con aquellos que ya no das.

Quítate los zapatos,

Déjalos con tus desvíos,

Y tus vías,

Con tus travesias,

sabor de suelo,

de piso,

de tierra.

Deja los zapatos en tu puerta,

Que vigilen lo que fue,

Que no pasen por allí si no toca,

Que no toquen mientras duermo

Y no estés. 


De noche el mar,

silencio.

De noche el mar se pierde negro,

Sombra del cielo,

Cielo de otro suelo.

El mar de noche,

Tiembla,

Respira.

El mar de noche,

Susurra,

Recita.

De noche,

Y solo de noche,

Reza.


Si sueñas,

No te quedes dormido,

Soñar es tener el alma despierta,

Soñar es dormir la cabeza,

Y despertar el sentido. 



Caminando entre la gente,

Vi el tiempo pasar,

Vi la gente andar,

La vida vivir,

El tiempo seguir,

Vi el presente y la eternidad,

Vi el momento,

El instante,

El paso dar,

El que di,

El que diste,

El que dejaste. 


No te apresures,

la premura no premia,

el premio no es premio

si el mi o el pre,

están antes del instante.