lunes, 17 de agosto de 2009

Navegando sobre el mar

encontré un destino callar,

una barca flotar,

una flota estar.

Entre el cielo y la arena surco la plataforma que traga,

en la que fundo mis pies

y busco tus manos.

 

 

Calles llenas de miedo,

con personas que tiemblan,

con corazones que ya no laten,

respiran y se detienen.

Calles llenas de miedo,

Y el miedo sin temer cruzarlas,

atravesar el semafóro en rojo,

pasar sin saludar,

sin mirar a los ojos.

Tiemblo de pensar en la calle,

porque es calle sin hogar,

es calle que se pierde,

Calle ciega,

Calle mía,

Calle.

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